Día 18: de Potes a Espinama

 

Hola a todos,

Día bravo el de hoy, en donde empecé el ascenso desde el valle de Liébana al punto de cruce de los Picos de Europa. El gps marcó un ascenso positivo de 2580 metros (les recuerdo que marca solo los positivos, no los descensos), lo que les da una idea de lo duro del día. Ya estoy en la base de la montaña, siendo la etapa de mañana la más difícil de todo el viaje. Pero ya me preocuparé mañana.  

Empecé temprano, a las 8, después de que Braulio amablemente me llevara a la plaza de Potes, para que solo fueran los 25 kms oficiales y no los 29 desde Cabadiezo. Previamente Marisa ya me había preparado el desayuno. Bueno, salí hasta con chorizo, que a media mañana me supo a gloria. Qué cariñosos fueron conmigo. Les estoy muy agradecido. 

Salí de Potes subiendo por el monasterio de Santo Toribio, para darme cuenta de que las señales dejan mucho que desear: me perdí dos veces. Afortunadamente no caminé mucho de más. La salida del sol fue sobre Potes, iluminando la cara sur de los Picos de una manera muy especial. El camino fue principalmente sobre sendero, a veces muy empinado, lo cual hizo el ascenso muy lento. En la primera hora y media, apenas llevaba unos 4 kms. Ahora sí que después del esguince, ando como el refrán: el que con leche se quema, hasta al jocoque le sopla...

Las vistas de la montaña, conforme me voy acercando a la cara central de los Picos, es impresionante. 

Los últimos 10kms fueron muy especiales: se hicieron en una pista de terracería bastante buena, en un bosque de robles y castaños, con múltiples arroyos que bajan de la montaña. Eso sí, el camino siempre fue en ascenso. No se puede tener todo. 

No hubo mucho café: paré en un lugar llamado Los Llanos, que de llano no tiene nada, y solo tenían sobaos. Ni modo. 

Etapa dura, pero con magníficas vistas, las últimas del valle de Liébana. Mañana viene lo bueno...

Sigo vivo y contento. 

Les mando un abrazo